La renovación de esta plaza situada en Requena se presenta como una oportunidad única para revitalizar el barrio. La anterior plaza, con una voluminosa fuente central, se empleaba como zona de aparcamiento, dejando escaso espacio para los peatones. Mediante la peatonalización de la plaza, se articula y llena de vida esa zona del barrio, permitiendo a los niños del colegio contiguo jugar en ella y a los ancianos tener un lugar tranquilo donde reunirse.
La plaza se modula mediante una retícula de 40x120cm y de esa modulación emergen todos los elementos que la componen, desde los alcorques del arbolado que genera sombra hasta las jardineras o incluso las piezas de mobiliario urbano, tales como bancos o farolas diseñadas e integradas con el conjunto. La fuente se desplaza a una esquina, dejando el espacio central abierto, y de ella emerge un canal que recorre la plaza serpenteando entre el pavimento y ambientando la plaza con el sonido del agua. Por la noche, ese canal se ilumina de forma indirecta generando un interesante juego de luces y sombras que zigzaguea entre los espacios generados.
